
Nuevas formas de gestión sanitaria: hacia un modelo más sostenible y centrado en el paciente
En los últimos años, el debate sobre la sostenibilidad y eficiencia de los sistemas de salud ha llevado a explorar modelos de gestión alternativos. Un ejemplo de esta tendencia es la apuesta por la economía social y sin ánimo de lucro en la gestión sanitaria, un enfoque que busca garantizar la calidad del servicio sin que la rentabilidad económica sea el único motor de las decisiones.
Uno de los casos recientes más representativos es el de Cataluña, donde la Generalitat ha impulsado un anteproyecto de ley para priorizar a entidades de la economía social en la gestión de los servicios sanitarios públicos. Este modelo responde tanto a una directiva de la Unión Europea de 2014 como a la necesidad de reforzar un sistema más equitativo, sostenible y alineado con el interés general.
¿Qué implica este modelo de gestión?
El objetivo de priorizar a entidades sin ánimo de lucro en la contratación de servicios sanitarios no solo responde a una cuestión legal, sino también a una visión estratégica de cómo debe organizarse la sanidad.
Las principales características de este enfoque incluyen:
- Reinversión de beneficios: Los ingresos generados se destinan a mejorar la infraestructura, la formación del personal y la calidad del servicio.
- Mayor estabilidad y enfoque social: Al no estar sometidos a la presión del beneficio empresarial, estos centros pueden centrarse en la atención al paciente y en la mejora de sus condiciones laborales.
- Transparencia en la contratación: Se establecen mecanismos claros para que las entidades de economía social tengan prioridad, evitando que la sanidad se convierta únicamente en un mercado regido por la competencia económica.
Este modelo ya ha demostrado su efectividad en muchos países europeos, donde hospitales y centros de salud gestionados por entidades sin ánimo de lucro han alcanzado altos niveles de eficiencia y calidad asistencial.
Un modelo con impacto en todas las áreas asistenciales
El caso de Cataluña no solo afecta a la atención hospitalaria, sino que también busca extenderse a otras áreas clave de la sanidad, como la Atención Primaria, la Atención Sociosanitaria y la Salud Mental. La idea es que la economía social tenga un papel predominante en todas las líneas asistenciales, asegurando que la gestión priorice el bienestar del paciente y la eficiencia operativa por encima de criterios puramente comerciales.
El impacto de este modelo en la sanidad privada también es un tema de debate. Si bien la iniciativa se enfoca en el sector público, muchas clínicas y hospitales privados pueden encontrar en esta estrategia una oportunidad para diferenciarse, ofreciendo servicios con un enfoque más social y menos dependiente de objetivos de rentabilidad a corto plazo.
El papel de la gestión sanitaria en este nuevo escenario
En MG Health Consulting, entendemos que la gestión sanitaria está en constante evolución y que los modelos de gobernanza deben adaptarse a los cambios en las regulaciones y en las necesidades del sector. La implementación de estrategias basadas en la economía social y la gestión sin ánimo de lucro puede ser una alternativa viable tanto en el sector público como en el privado, siempre que se garantice una gestión eficiente, sostenible y centrada en la calidad asistencial.Desde nuestro trabajo con centros médicos privados, ayudamos a desarrollar modelos de gestión innovadores, que prioricen la sostenibilidad financiera sin perder de vista la atención centrada en el paciente y la optimización de los recursos.